Tiempo de Lectura: 3 minutos
Según el Hatha Yoga Pradîpika «toda la ambrosía que emana de la Luna de belleza divina es […] devorada por el Sol. Para la persona cuyo ombligo se encuentra encima y cuyo paladar se encuentra debajo, el Sol se encuentra arriba y la Luna debajo… Aquel que se mantiene así durante tres horas, conquista la muerte».
Primer aspecto
La Luna, tiene efecto directo sobre los indriyas y refresca, que simbólicamente se ubica en la cabeza, representa el mundo interior, la intuición, lo oculto a lo profano y, en particular, la energía de la creación de la que forma parte.
El Sol, que suele ubicarse en el abdomen (metabolismo, deseo ardiente de vivir) ni tiene que ser fuerte ni débil, debe estar en equilibrio simboliza el mundo exterior, la acción, lo que es visible para todos, el envejecimiento progresivo y la degeneración del cuerpo.
En estas posturas, la posición del Sol y la Luna se invierte permitiendo pasar del mundo material al mundo inmaterial y acceder a nuestro ser profundo, lo que nos va a permitir «conquistar la muerte».
Las posturas invertidas nos permiten descubrir otro punto de vista, una nueva perspectiva, ver el mundo desde un ángulo diferente.
Se dice que nuestra cabeza contiene amrita que quiere decir no muerto y es un líquido, la ambrosía (néctar). Este néctar nos da vida y gotea gota a gota a través de la úvula en el estómago donde es consumido por el fuego del estómago para proporcionar la energía vital para vivir. Este depósito de néctar se agota lentamente y con su agotamiento total llega el final de la vida. El yogui intenta racionar el flujo del néctar, permaneciendo en posturas invertidas durante un período de tiempo todos los días. Durante el período de tiempo el yogui está sobre la cabeza o sobre los hombros, la amrita permanece almacenada en la cabeza sin gotear hacia abajo. Nacemos con una cantidad de néctar predeterminada. Cada respiración es una gota de respiración. cuando la mente está agitada agita la respiración y esto hace que se acorte la vida.
Los Klesas actúan en la mente, la mente en la respiración, la respiración en la vida.
Segundo aspecto
De acuerdo con el yoga, tenemos un fuego, agni, en el cuerpo, situado en los alrededores del ombligo, entre el prana-vayu y el apana-vayu. La flama está constantemente cambiando de dirección: al inhalar, el aliento se mueve hacia el vientre, causando una corriente de aire que dirige la flama hacia abajo, al igual que en una chimenea; durante la exhalación , la corriente de aire mueve la flama en dirección opuesta, trayendo con ella la sustancia de desperdicio recién quemada.
NO ES SUFICIENTE QUEMAR LA BASURA; LA DEBEMOS SACAR DEL CUERPO. Un patrón de respiración donde la exhalación es dos veces más larga que la inhalación, tiene el propósito de dar más tiempo durante la exhalación para liberar el cuerpo de sus bloqueos. Todo lo que hacemos para reducir la basura dentro de nuestro cuerpo, es un paso hacia la liberación de nuestros bloqueos.
Con la siguiente inhalación llevamos la flama otra vez hacia apana. Si no sale de nuestro cuerpo todo el desperdicio quemado, la flama perderá algo de su poder.
Algunas posturas físicas ayudan a reunir el fuego con la basura. En todas las posturas invertidas, el agni se dirige hacia el apana. Esta es la razón por la cual el yoga le da tanto valor a los efectos de la limpieza de las posturas invertidas. La limpieza se intensifica cuando combinamos las posturas invertidas con las técnicas de pranayama.
Así por esta práctica diaria, el yogui es capaz de aumentar, por así decirlo, su vida útil.. Normalmente después de sirshasana, el yogui se supone que tiene que pasar el mismo tiempo en sarvangasana.
En la postura sobre los hombros, amrita, aunque está todavía confinado en el cráneo, ahora se permite que fluya a toda la porción de cabeza anterior y el cuello, y puede nutrir así todos los órganos sensoriales, los dos ojos, las orejas, la boca y la nariz (shanmukha). Esto también se considera necesario para mantener la agudeza de los órganos de los sentidos. Sarvangasana por lo tanto se considera bueno para los órganos sensoriales mientras que sirshasana es buena para el cerebro.
De ahí el efecto rejuvenecedor de las inversiones, ya que se les atribuye la capacidad de prolongar la vida”.
Me ha parecido motivador, cautivador con ganas de poder hacer sin esfuerzo y obtener el resultado al que va dirigido.
Gracias